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Las notas de salida de Black Sea son vibrantes y refrescantes, comenzando con un toque salado que inmediatamente evoca la sensación de estar frente a una costa. La sal, las notas ozónicas y acuosas se combinan con el mirto y la bergamota, creando un aire de frescura natural. Estos acordes iniciales son una invitación a sumergirse en un mundo de contrastes, donde la naturaleza marina despliega su poder en un abrir y cerrar de ojos, dejando una primera impresión que es tanto energética como evocadora.
En el corazón de la fragancia, las notas marinas dominan, realzadas por el ylang-ylang, que aporta un matiz floral exótico y ligeramente cremoso. La flor de azahar del naranjo, delicada y luminosa, añade una dimensión solar, recordando los cálidos rayos del sol sobre la piel después de un baño en el mar. La sal vuelve a estar presente en el corazón de Black Sea, reforzando la idea de una brisa marina continua, que conecta todas las capas de la composición de manera fluida y armoniosa.
A medida que la fragancia evoluciona, las notas de fondo proporcionan una profundidad envolvente. El ámbar gris, conocido por su capacidad para añadir calidez y longevidad a las fragancias marinas, aporta una textura casi táctil. Las algas, con su carácter terroso y salino, refuerzan el tema marino, mientras que el almizcle blanco añade una sensación de limpieza y suavidad. El musgo de roble y el pachulí aportan una base sólida y terrenal, completando la fragancia con un toque de misterio y sofisticación.